Como cualquier otra especie silvestre, los murciélagos podrían transmitir ciertas enfermedades en caso de llegar a mordernos, pero únicamente intentarán mordernos en caso de que los agarremos con la mano. Por eso non se deben capturar ni manejar con la mano si no es por personal especializado. En canto al guano, solo puede llegar a suponer un problema sanitario en caso de grandes acumulaciones típicas de colonias muy numerosas. Por lo general, con una limpieza periódica en la época de actividad es suficiente.
Cuando entramos en una estancia en la que hay murciélagos, éstos se asustan y comienzan a revolotear. A pesar de su vuelo habilidoso, en estancias pequeñas, y cuando el número de murciélagos es elevado, no es raro que choquen contra nosotros. No representa, este hecho, ningún peligro para nosotros: ¡los murciélagos no tienen intención de atacarnos ni se enrredan en el pelo!
Todas las especies de murciélagos de Europa son insectívoras. Su aguda dentición les permite perforar los duros exoesqueletos de los insectos, pero no está preparada para mordisquear granos de cereal o chorizos.
Solo hay tres especies de murciélagos en el mundo que se alimenten de sangre y las tres habitan en zonas tropicales de América. Estas especies efectúan una pequeña incisión en la piel a través de la cual obtienen la sangre, que fluye gracias a un anticoagulante presente en su saliva. Desmodus rotundus, la especie hematófaga más común, se alimenta principalmente de sangre de ganado y se ha visto favorecida por la expansión de las zonas ganaderas a costa del bosque tropical, hasta el punto de ser objeto de medidas de control por parte de ganaderos y autoridades de las zonas en las que habita, medidas que con frecuencia afectan negativamente a otras especies no hematófagas más sensibles.
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